Adriana Esteves, la actriz que durante siete meses interpretó a la malvada Carmina, confesó que su personaje la dejó sumida en una profunda depresión y con ataques de pánico.
Ser malvada le valió fama y fortuna pero también le costó dolores a Adriana Esteves Agostinho Brichta, la actriz que durante siete meses interpretó a Carmina en Avenida Brasil y que terminó la novela con un cuadro que ella misma define como “depresión y ataques de pánico”.
“¿Que si sufrí? Sufrí mucho, porque sentí que comenzaba a extrañarla”, dijo la actriz sobre el final de las grabaciones. “En ese momento me hizo falta su garra, tal vez su fuerza para encararlo todo, porque yo soy una persona menos dura y hasta tímida. Tal vez mi marido tenía razón cuando me decía que pasé tiempo llorando y sangrando por Carminha”, contó Esteves en una entrevista para e el diario El Universal, y agregó que luego del final de Avenida Brasil decidió no volver a pisar los estudios de grabación por un año y dedicarse a su familia.
“Mi trayectoria es larga, así que ya me había tocado interpretar algunos personajes difíciles. Pero Carminha fue un verdadero desafío, me atrevería a decir que el mayor, por una razón: el público me conoce desde hace tiempo por los roles de buena, así que era un reto probar que podía hacer a una villana, a alguien que todos pudieran odiar. Y como en el primer capítulo demostré que Carmen Lucía es un demonio, creo que el público se asustó rápido y me agarró miedo”, agregó. “Después de Avenida Brasil terminé en terapia”, contó hace poco en una nota con la revista Semanario, donde describe el cuadro de depresión y ataques de pánico que la afectaron luego de ser la malvada de la historia.
Para liberarse el cuerpo, inmediatamente después de terminar las grabaciones, Esteves se metió en una peluquería, se cortó la melena y la tiñó de castaño. Algo similar necesitó hacer Bianca Comparato, que en la novela interpreta a Bethania. “Fue un desafío muy difícil para mí”, dijo la actriz, que decidió raparse apenas terminó de grabar los episodios.
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